Ensayando una contradicción
Entrevista al realizador de la película Ensayo Mendiolaza, ganadora del premio al Mejor Director en el Festival de Cine Verde de Barichada (Colombia).
Por Lea Ross | @LeandroRoss
Ezequiel Comesaña vive en Mendiolaza desde diciembre de 2012. En febrero, padeció una inundación. Fue ahí donde le surgió el “click”, como él lo llama, sobre la problemática que reina en la zona.
Ganador del premio al Mejor Director en el Festival Cine Verde de Barichada (Colombia), Ensayo Mendiolaza es un documental en donde el agua se transforma en dos caras de una misma moneda, atrapada en un tragamonedas impuesta por las urbanizaciones y el desmonte. En esta entrevista para ECOS Córdoba, Comesaña refiere a Mendiolaza como un ensayo presente en las Sierras Chicas y en distintas partes del mundo.
ECOS Córdoba- ¿Cómo conociste la problemática de Mendiolaza y por qué surgió la idea de hacer una película?
La conocí a partir de una experiencia personal, de irme a vivir a Mendiolaza; cambiar la ciudad por un lugar que tenga un mayor contacto con la naturaleza. Y cuando llegué ahí mismo, me topé con el contraste o el transfondo de la problemática ecológica que estaba viviendo Mendiolaza, con las inundaciones, con la falta de agua, con la gente que estaba viviendo conmigo. Y empecé a estar más atento, a ver publicaciones, a tomar contacto con gente que estaba luchando contra (el emprendimiento urbanístico) El Terrón y cuál es la importancia del bosque nativo. Entonces empecé a interiorizarme, a estudiar un poco, a informarme. Y me empezó a hacer un click y llegué a un punto que surgió la idea de hacer esta película y contar de la manera que contamos, sin abordar o atacar directamente la problemática, sino contarla a través de la vida cotidiana de la gente de Mendiolaza y de ahí deviene ese trasfondo, que responde al desmonte en las Sierras Chicas, fruto del negocio inmobiliario.
EC- En muchas filmaciones recurriste a la lente gran angular, ¿hubo algún criterio específico para utilizar esa clase de lente?
Sí, una de las propuestas estéticas de la película era usar una visión de campo amplio para que abarcara la mayor cantidad de imagen posible, sobretodo por los ambientes naturales y a los personajes tratar de centrarlos en medio del cuadro, para que el ambiente natural tenga una relación con los personajes y viceversa; el personaje metido en ese ambiente. Entonces esa era un poco la idea: lo que nos da el ambiente natural y lo que nosotros le podemos dar a él. Ese “dar” a veces se transforma en “quitar”. Pero es como señala el biólogo (Diego Gurvich), que la naturaleza a veces nos da señales de algo malo que estamos haciendo y tenemos que escucharlo.
EC- También el agua actúa como un personaje aparte en la película. Ya sea la cámara sumergiéndose o el registro de las gotas impactando en la lente, es un personaje tan presente que rodea al espectador.
El agua es el elemento vital que se presenta en forma contradictoria. Entonces teníamos que buscar la forma de que el agua se viera distinta. Me llamaba mucho la atención de cómo la gente se movía con el agua, entorno al exceso de las inundaciones como a su escasez en el consumo. Todas esas cuestiones eran una cotidianeidad para ellos, pero a mi me llamaba mucho la atención que esa cotidianeidad se tornaba en el agua. Entonces era ver cómo lo filmaba de alguna manera diferente, que impactara y que llegara a la gente.
EC- ¿Por qué se llama Ensayo Mendiolaza?
Porque lo que estaba pasando ahí, a nivel macro, era como algo que ocurre en cualquier lado, donde el ser humano no respeta la naturaleza, avanzando sobre ella sin conciencia, o haga acciones como la urbanización de este tipo. Entonces, como ensayo de lo que pasa ahí, se lo puede extrapolar a cualquier parte del mundo donde no tengamos conciencia de nuestro hábitat. Es propio de las Sierras Chicas y creo que se presenta en muchas partes del mundo.
Las próximas proyecciones de Ensayo Mendiolaza serán publicadas en este artículo o en las redes sociales de ECOS Córdoba.
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