
Aguas Cordobesas pide tarifazos, sin pagar lo que corresponde
La empresa presentó un nuevo pedido de aumento en la tarifa del agua, a pesar de padecer denuncias por mala calidad en el servicio.
Por Lea Ross (@LeandroRoss).
Hace pocas horas nada más, el Ente Regulador de Servicios Públicos (Ersep) recibió en sus oficinas un nuevo pedido de aumento para la tarifa del agua. A tan solo dos meses de haberse concretado el último tarifazo del servicio (13,61%), la empresa Aguas Cordobesas S.A. solicitó un nuevo incremento del 12,58% para el próximo semestre.
“Como ocurre sistemáticamente cada seis meses, la empresa Aguas Cordobesas hace uso de las extraordinarias facultades que le otorga la ley y solicita un incremento en la tarifa”, sentenció Juan Pablo Quinteros, vocal del Ersep, en referencia a este nuevo impuestazo que se expresará en las facturas de los vecinos y vecinas de la ciudad.
La inflación nacional es siempre la espada utilizada para justificar cada incremento que golpea en los bolsillos de los cordobeses. Sobre ese punto, Quinteros aseveró: “No desconocemos el proceso inflacionario en el que vivimos. Pero es absolutamente inaceptable que la empresa, después de haber sometido a los usuarios cordobeses en los últimos meses a padecimientos extraordinarios en relación al servicio, que incluyeron cortes totales en el suministro, pésima calidad del agua y hasta presencia de cal en la misma, sumado a que ni siquiera procedió al pago de las multas, que oportunamente el Ersep le aplicara por circunstancias similares a las descriptas, hoy pretenda un aumento de tarifa sin afrontar las obligaciones que como prestadora de un servicio público vital tiene para con los usuarios”.
Aguas Cordobesas está concesionada en gran parte por el Grupo Roggio desde el año 2006, a partir de una propuesta impulsada por la dupla José Manuel De la Sota y Juan Schiaretti. Desde la fecha hasta el presente, la tarifa del agua subió un 549%. De concretarse el nuevo aumento, pasaría a ser de 565%. Lo cual es muy probable que así sea.
La Mesa de Revisión Tarifaria, encargada de analizar los pedidos de aumentos, está integrada por representantes de la empresa, del Ersep y del Poder Ejecutivo. Increíblemente, solo hay quórum cuando están presentes los integrantes de la empresa. El resultado: un tarifazo de 549%, bajo pedidos de Roggio y obedecidas por el gobierno delasotista. “Acá el problema no es solo los aumentos en la tarifa, sino en las multas que no se están pagando”, sentenció Quinteros.
Pareciera ser que los aumentos en la tarifa terminan en un costado oscuro dentro del negocio del agua. Y esto se evidencia con que las tarifas no compensan la mala calidad del servicio, que se supone que debería ser reprimido. Aguas Cordobesas tiene por encima de sus espaldas dos multas importantes, impuestas por el propio ente regulador, basadas en una pésima calidad en el servicio, que no deberían ser tales ante semejantes aumentos. El primero es una sanción ligada a las denuncias por turbiedad y la falta de presión del agua en los hogares. Se trata de los casos denunciados durante diciembre del año pasado. El Ersep otorgó un ultimátum para que la empresa otorgue una explicación de por qué ocurrieron estas fallas en el servicio. Hasta el momento, Aguas Cordobesas no ha dado explicaciones y tal parece que pretendería extender aun más el tiempo.
Y por el otro lado, también se encuentra la curiosa aparición de cal en el agua, a partir de los estudios realizados por la Universidad Tecnológica de Córdoba. Los resultados fueron obtenidos a principios de éste año. Se trata de conclusiones obtenidas a partir de muestras sacadas en los hogares del barrio Rivera Indarte. Las respectivas multas podrían tener un valor mínimo de 100.000 pesos.
En diciembre de 2010, Aguas Cordobesas también había recibido una multa por el olor y el sabor del agua. Sin embargo, logró impedir el pago ya que la recurrió administrativamente y luego lo pasó a fueros judiciales, hasta terminar encajonada en el Tribunal Superior de Justicia. Todas estas multas son estipuladas dentro de las infracciones más graves que se establece en el contrato.
“Lo más importante de esto es el contrato de concesión –sostiene Quinteros a ECOS– que es enmarañoso. Ni siquiera le ordena a la empresa hacer ni una sola obra”. En el contrato por la concesión, se establece que en el periodo 2006 y 2007, la empresa quedaba exenta del pago del canon para evitar un fuerte “impacto en las tarifas derivado de la necesaria recomposición de la ecuación económica-financiera del Contrato”. Ahora, a partir del 2008, para que “renazca el devengamiento y la obligación de pago de este derecho por parte del Concesionario (N. de A.: la empresa) a partir del 1 de enero de 2008, será necesario que el Concedente (N. de A.: el gobierno) disponga las medidas conducentes al mantenimiento de la ecuación”. Es decir: cuando habla de “medidas conducentes” por parte del concedente, que es el Estado Provincial, hace referencia en la práctica a la aplicación de aumentos en las tarifas para equilibrar la “ecuación”.
Todo indicaría que es la propia ciudadanía la que se está haciendo cargo del pago del canon, cuando en realidad debería hacerlo la empresa. Sin embargo, el propio contrato le habilita a la empresa y al Estado cometer semejante atropello.
Es más: Aguas Cordobesas está exenta de todos los impuestos municipales de la Ciudad de Córdoba. Así lo establece el Código Tributario Municipal, que compara a la propia empresa de los Roggio con organismos estatales, cooperadoras estudiantiles y centros vecinales. Se trata de la única empresa privada que no paga impuestos a la Municipalidad de Córdoba.
“Estos últimos cinco meses han sido los peores desde que se re-privatizó el agua”, sentenció Quinteros. Y eso se fundamenta durante la ola de denuncias desatadas por los vecinos en el verano pasado.
El agua es un negocio turbio para los usuarios, en beneficio del Grupo Roggio. Todo está basado en la evasión de pagos en multas y cánones, más la falta de inversiones en materia de infraestructura, que desencanta en un pésimo cuidado en la calidad del agua. Quinteros le comento una frase ácida al presente cronista que sintetiza la gestión emprendida por los Roggio en materia del agua: “En los últimos ocho años, aumentó más el agua que el fernet, y lo único que tienen de parecido es el color”.
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