
Caso Cormecor: Un análisis del Estudio de Impacto Ambiental
Publicamos, a continuación, un documento elaborado por vecinos y vecinas de Villa Parque Santa Ana, que están en contra de la instalación de una planta de tratamiento de basura. Esto es en respuesta al secretario de ambiente Javier Britch, quien declaró a favor del informe ambiental hecha por la empresa.
Por Vecinos Autoconvocados “Santa María sin Basura”
El secretario de Ambiente de la provincia, Javier Britch, expresó esta mañana a un medio de comunicación que el lugar del predio elegido por Cormecor es “incuestionable” y que el Informe de Impacto Ambiental realizado por la consultora Geoambiental para Cormecor es “muy bueno”.
Sin embargo, el lugar elegido por Cormecor para instalar un megavertedero de basura, el tercero más grande de Sudamérica, es muy cuestionado; no sólo por los vecinos de Villa Parque Santa Ana, sino por varios intendentes del Departamento Santa María, por la Pastoral Social de la Iglesia Católica, por la Defensoría del Pueblo de la provincia y por el Tribunal Superior de Justicia que en los últimos días dictó una cautelar por considerar que Cormecor no cuenta con licencia ambiental habilitante.
En tanto que el “muy buen” Informe de Impacto Ambiental está viciado de groseros errores, omisiones y tergiversaciones de datos como de debilidades metodológicas, por lo que nunca debió ser aprobado por la Secretaría de Ambiente.
Entre los principales errores del Informe de Impacto Ambiental presentado por Cormecor podemos señalar:
a) En la página 5 del Informe dice que el predio se encuentra a 5 km. de la localidad más cercana (Villa Parque Santa Ana). Sin embargo la distancia real es de 960 m. Es decir que el informe miente en cuanto a las distancias entre el predio y el ejido municipal.

Figura 1: Plano del ejido municipal de Villa Parque Santa Ana (marcado en rojo) con medición de distancia real al predio (960 mts) dónde se emplazarían los vertederos de Cormecor.

Figura 2: Plano presentado en el Informe de Impacto Ambiental. Nótese cómo la referencia a Villa Parque Santa Ana ha sido ubicada a la izquierda de la ruta 5, cuando en realidad la mayor parte de la urbanización y todas sus instituciones públicas se encuentran desplegadas hacia la derecha de la ruta 5, hacia el Este. Esta es una de las tantas manipulaciones de los datos para esconder la cercanía real de la población al predio.
b) En la página 95, los técnicos de Geoambiental señalan que relevaron en la zona de influencia, 18 pozos de agua. Sin embargo, en la página 101, al considerar la contaminación de las napas de agua sólo refieren a que las localidades de Bouwer y Los Cedros reciben agua corriente de Aguas Cordobesas y señala que en la zona nadie bebe agua de pozo. Sin embargo, en Villa Parque Santa Ana sus habitantes se abastecen de agua de cinco (5) perforaciones ubicadas en los distintos barrios de la localidad. Lo que hace evidente que en el informe se omitió información absolutamente relevante.
c) El predio arbitrariamente elegido por Cormecor sobre un total de 5.000 has. señaladas como “aptas” por el ISEA (Instituto Superior de Estudios Ambientales), tiene una enorme pendiente oeste-este por lo que es surcado por voluminosas escorrentías que generan inundaciones ante precipitaciones bruscas, comunes en la zona. Esas aguas bajarían arrastrando la basura y sus contaminantes por los campos de producción agrícola, atravesando la ruta 36. Según el informe técnico de la Defensoría del Pueblo dirigido por el ingeniero Daniel Di Giusto, la obstrucción y redireccionamiento de las escorrentías naturales podría incluso inundar la Planta de Tratamiento de Residuos Peligrosos (Taym) instalada en la inmediación del ese predio.
Video de escorrentías en el predio, enero de 2016.
d) El análisis de dispersión de contaminantes por vías aéreas que presenta el informe de Cormecor-Geoambintal es insuficientes y presenta errores groseros.
Por ejemplo, en la página 642 el informe dice:
Los técnicos de Cormecor interpretan erróneamente que un viento que proviene del Nor-Este tiene dirección Sur-Este, cuando la realidad indica que la dirección de un viento proveniente del Nor-Este es con trayectoria hacia el Sur-Oeste, ubicación en la que se encuentra Villa Parque Santa Ana. Además es falso que no hay localidades en la zona de influencia directa porque en el propio mapa que ellos elaboraron se ve que parte del ejido de Santa Ana queda dentro del radio de 2 km, considerado zona de impacto directo y que un proyecto a 30 años debe considerar el crecimiento poblacional en todo el ejido, existiendo en la actualidad urbanizaciones a 1.700 ms.
En la siguiente figura elaborada por especialistas en meteorología, puede observarse la real dimensión de la pluma de contaminación (mancha de colores) durante un día de viento proveniente del Nor-Este en la zona. Y marca en rojo la dirección falaz que informó la empresa Geoambiental:

Figura 3: Resultados del modelo de dispersión de contaminantes Hysplit, obtenidos para la dispersión de Cloruro de Vinilo el 3/01/2016. Se observa que la máxima concentración de la pluma (amarillo) cubre la zona urbana de Villa Santa Ana llegando incluso hasta Alta Gracia. La flecha roja representa el análisis de Cormecor según el cual “el viento proveniente del Nor-Este no es importante ya que no hay poblaciones al Sur-Este”.
e) En relación a la dispersión de gases contaminantes y su efecto sobre la salud, el informe de Cormecor-Geoambiental menciona:
No aclaran si por “suficientemente alejados” se refiere a uno, dos o diez kilómetros, y los términos “absolutamente improbable” no tienen justificación ni coinciden con los resultados de los modelos de dispersión de contaminantes aceptados internacionalmente.
Es decir que existen los elementos que demuestran el riesgo que supone la deriva de contaminantes atmosféricos (no solo olores) desde el enterramiento a la zona urbana. Sorprende que, existiendo una enorme cantidad de estudios científicos que demuestran el riesgo para la salud que supone la contaminación del aire por este tipo de proyecto, la única medida de mitigación que se propone sea el control de vectores.
En tanto que los resultados obtenidos mediante la aplicación de modelos de emisión y dispersión de contaminantes publicados por la EPA (Agencia de Protección del Ambiente de Estados Unidos) y mediciones meteorológicas continuas realizadas en Villa Parque Santa Ana a solicitud de los vecinos arrojan resultados contundentes:
Fuente de contaminación: según el modelo EPA para vertederos de residuos sólidos urbanos se calcularon emisiones de más de 20 contaminantes orgánicos diferentes a metano. Cuatro de estos son sustancias cancerígenas comprobadas (es decir que existe evidencia suficiente que demuestra que la exposición a las mismas causa cáncer): 1,2-dicloropropano, benceno, tricloroetileno y cloruro de vinilo. Durante los 30 años en que el vertedero recibirá residuos serían liberadas, según los resultados del modelo EPA, más de 200 toneladas de estas cuatro sustancias. Un detalle muy significativo es que las emisiones de contaminantes persistirán por décadas después del cierre del predio. A modo de ejemplo, en el año 2117, setenta años después del cierre, se emitirían más de 600 kilogramos anuales de los 4 compuestos cancerígenos mencionados.
Ruta de exposición y mecanismos de transporte: la Evaluación de Impacto Ambiental, los resultados de los modelos de dispersión y las mediciones in situ coinciden en que la dirección de los vientos predominantes es Norte-Noreste. No existen barreras al viento significativas, considerando que se trata de zona rural y la altura de las fosas será de 20 metros.
Población receptora: tal como se ha mencionado la distancia del predio a Villa Parque Santa Ana es mínima, un viento de baja intensidad es suficiente para arrastrar contaminantes por las pocas cuadras lineales que separan el predio de las primeras casas habitadas.
f) El informe no aporta ningún dato sobre antecedentes de impacto ambiental en la salud. No se realizó ningún relevamiento sobre la calidad de la salud de la población de la zona de influencia. No se citan antecedentes de estudios científicos referidos al impacto de megavertederos en la salud humana. Sin embargo, en localidades cercanas a megavertederos se han relevado altos índices de mortalidad prenatal e infantil, cáncer, infecciones de la piel, enfermedades respiratorias, alergias, malformaciones, entre otras patologías asociadas a la contaminación ambiental.
Estos son algunos de los muchos errores, mentiras, omisiones, tergiversaciones y debilidades de un Informe de Impacto Ambiental que de ninguna manera podría ser –o haber sido- aprobado por funcionarios públicos cuya obligación es velar por la protección del ambiente por sobre los intereses económicos particulares.
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