
Agricultura y Estado
Argentina contaba con un Departamento Nacional de Agricultura creado el 21 de julio de 1871 por Sarmiento, dependiente del Ministerio del Interior. Pero ya en vistas de convertir al país en «el granero del mundo», Roca creó el Ministerio de Agricultura el 12 de octubre de 1898, mediante la ley 3727. Por otra parte, en 1866 nació la Sociedad Rural Argentina, con un claro concepto: «cultivar el suelo es servir a la patria». Su primer presidente, José Toribio Martínez de Hoz, fue quien dispuso que la Sociedad Rural fuera fundada en su propia casa.
Por Mercedes Cohen
En un primer momento la agricultura fue moldeada para el mercado británico. Emilio Frers fue el primer ministro nacional de Agricultura, creando escuelas agrotécnicas, laboratorios y estaciones experimentales. Ezequiel Ramos Mexía ocupó también el cargo durante el mandato de Roca. Frers y Ramos Mexía, igual que el flamante ministro de la actualidad – Etchevehere- eran abogados que habían incursionado en política. Los 3 ocuparon el cargo de ministro y el de presidente de la Sociedad Rural Argentina. En 1972, con la presidencia de Lanusse, pasa a llamarse Ministerio de Agricultura y Ganadería, y en 2009 se le agrega el área de Pesca. Finalmente, el último cambio ocurre el 10 de diciembre de 2015. Bajo la presidencia de Mauricio Macri, el Ministerio pasó a llamarse sólo «de Agroindustria», con Ricardo Buryaile como su titular.
Es muy elocuente el cambio entre Agri-cultura y Agro-industria. Hace tiempo que el campo está despoblado de campesinos, por más que el imaginario colectivo en las grandes ciudades siga viéndolo como un sano espacio verde, con árboles, vaquitas y paisanos. La realidad es otra: campos desiertos, con grandes maquinarias y las pocas personas necesarias para manejarlas, restos de agrotóxicos volando libremente, alcanzando zonas urbanas y periurbanas, escuelas y pueblos. Casas rurales abandonadas y tapiadas, y según la región, campos y rutas cubiertas de agua desde fines del 2016.
Lo rural ya no es parte de la cultura, parecen querer decirnos los patrones de estancia (que ahora deciden la suerte del Ministerio). La cultura desapareció, dejándole su espacio a la industria. La industria del campo implica desocupación, desalojos, desmontes, fumigaciones. Y la naturaleza responde ante el veneno y el maltrato: desertificación, inundaciones, sequías, infertilidad. El campo, para estos grandes propietarios, es solamente una máquina de fabricar dinero.
Una rápida mirada a la Sociedad Rural Argentina (SRA) nos muestra sus mañas. En 1930, y con Federico L. Martínez de Hoz como presidente, la SRA abrazó con satisfacción el Golpe de Estado de Uriburu. En 1944 el presidente de facto Edelmiro Farrell ordenó por decreto el Estatuto del Peón Rural, que obligaba a los latifundistas a tener un trato más humanitario con sus peones: salarios mínimos, descanso dominical, vacaciones pagas, estabilidad, condiciones de higiene y alojamiento. Este estatuto fue criticado y resistido por la Sociedad Rural y finalmente en 1980 fue derogado por la última dictadura militar, civil y eclesiástica. Dicho estatuto fue reemplazado por la ley 22.248, gestionada por Martínez de Hoz y Zorreguieta, ambos miembros de la Sociedad Rural Argentina. También la SRA se opuso a la sanción del aguinaldo (1945).
En 1955, la SRA, estando presidida por Juan José Blaquier dio un fuerte apoyo al Golpe de Estado que derrocó a Juan Domingo Perón. Realizó paros patronales en 1975 y 1976, lo que produjo desabastecimiento de varios productos y es considerado un antecedente directo del Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. Finalmente, en los últimos años la Sociedad Rural, la Federación Agraria Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas y Coninagro, formaron la Mesa de Enlace que mantuvo un paro agropecuario de 129 días durante el conflicto de la 125 en 2008.
«El campo esperaba que el Gobierno estuviera aquí»
Así comenzó el discurso de inauguración de la Exposición Rural Anual del año 2002. Estas palabras de Enrique Crotto (presidente de la SRA) iban dirigidas al Presidente interino Eduardo Duhalde, que envió a su secretario de agricultura al evento. Desde la primera Exposición Rural en 1866, inaugurada por Roca, que un presidente no faltaba a la cita. Luego del desaire de Duhalde, llegaría Néstor Kirchner a disponer que ningún funcionario del poder ejecutivo asistiese de manera oficial a la inauguración del año 2006. Macri retomó la costumbre y en 2016, presenciando la inauguración. Allí, junto al entonces presidente de la SRA, Luis Miguel Etchevehere, Mauricio Macri dio por terminadas las diferencias con el mundo de la agroindustria, alegando: «tenemos que aceptar el desafío de dejar de ser el granero del mundo para convertirnos en el supermercado del mundo» y asegurando que «el campo es el principal motor y genera uno de cada tres empleos en la Argentina».
Luis Miguel Etchevehere, el flamante ministro de Agroindustria, es un digno representante de la SRA. ¿Salarios justos? ¿Higiene y alojamiento?. En junio de 2014, el Renatea (Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios) inspeccionó siete establecimientos de la familia Etchevehere (6686 hectáreas) y encontró 27 trabajadores rurales (solamente 8 estaban declarados en AFIP); viviendo sin energía eléctrica, ni agua potable ni baños. Como ellos mismos relatan al respecto, «limpiamos el monte, trabajamos en la estancia, siempre por unas moneditas». Estos trabajadores fueron encontrados realizando sus labores bajo la figura legal de «reducción a la servidumbre». Trabajo esclavo, hablando en criollo.
Otras perlitas de la familia. La madre Leonor María Magdalena Barbero Marcial y los tres hermanos, Luis Miguel, Arturo Sebastián y Juan Diego, fueron denunciados de estafa por administración fraudulenta, evasión tributaria y defraudación. Claro, por si no alcanzara con la esclavitud para hacerse una imagen de «la buena gente» que son. Una de las causas comienza con la denuncia de Dolores Etchevehere a sus hermanos por la venta del 60% de «El Diario de Paraná» con la consiguiente evasión de 14 millones de pesos. Otra está relacionada a un subsidio irregular por 900 mil pesos -normalmente dirigidos a agricultores familiares- que recibió la familia en el marco de fondos otorgados a productores afectados por la emergencia climática de este año y que no fueron dirigidos a las estancias.
Relata Dolores Etchevehere “Ya van siete años y medio de estafas. Las Margaritas SA tomó créditos a través del Banco Itaú para sembrar soja, con un plan de promoción de siembra con tasa subsidiada por el Banco Central, por 250.000 dólares”, dice y luego marca que “resulta que ese dinero fue desviado a las cuentas de otras sociedades, una de ellas Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), que es la editora de El Diario de Paraná”.
“En ese momento, 2012, la mayoría accionaria de SAER la tenía el empresario Walter Grenón (60 por ciento), mientras que el 40 por ciento restante pertenecía al Grupo Etchevehere. Dentro del patrimonio de SAER había 18 inmuebles, empresa que fue vaciada. De esos bienes, 10 fueron transferidos a dos sociedades de Grenón (Nexfin y Urbajay) y 8 fueron derivados a Construcciones del Paraná SA, constituida por el Grupo Económico Etchevehere al solo efecto de recibir esos inmuebles”.
“Ahí hubo una maniobra de vaciamiento (SAER) y auto transferencia de activos (los inmuebles) hacia una empresa insolvente”, denunció Dolores que se presenta “como querellante y por ser víctima durante 7 años de estafas sistemáticas”.
Juan Diego es el nuevo presidente del Consejo Empresario de Entre Ríos, delegado en Entre Ríos del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), accionista de El Diario de Paraná, y empresario agropecuario. También lideró la regional entrerriana de la Fundación Pensar. Más modesto, Arturo Sebastián se ocupa de las estancias, aunque tuvo su momento de fama como directivo de Adepa (Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas), ente que reúne a los dueños de diarios, revistas y páginas webs. Adepa también se ocupa de dar premios a periodistas y fotógrafos, desde la Comisión de Premios «Federico C. Massot». Y Leonor dedica su tiempo a patotear a sus empleados cuando reclaman el pago del sueldo, a vaciar la empresa y auto-alquilarse el edificio, y a instalar una librería católica en la redacción.
Pensar ¿en qué?
Volviendo a la Fundación Pensar, es una ONG fundada en 2005 como una máquina para idear estrategias electorales y de políticas públicas para una eventual presidencia de Mauricio Macri (10 años antes). Es irónico pero real, una ONG (organización no gubernamental) destinada a fabricar un gobierno. Comenzó en una oficina a cinco cuadras de la Casa Rosada, en el mismo edificio donde tiene su despacho Mauricio Macri, y luego fue abriendo sedes en Mendoza, Córdoba, Corrientes, Santa Fe, Tucumán y La Pampa. Esta fundación funciona como una verdadera logia, y también resuelve los problemas de las donaciones privadas que la ley electoral no permite. Varios escándalos golpearon a la ONG y graves causas judiciales derivaron de ellos.
En 2008 son robadas 700 piezas arqueológicas del Museo Arqueológico Argentino Ambato, de la cordobesa ciudad de La Falda. Años después es allanada una propiedad de Matteo Goretti, presidente de la Fundación y asesor de Mauricio Macri. En el allanamiento encuentran piezas pertenecientes al museo. Goretti fue imputado por encubrimiento del robo. En abril del 2010 la fundación fue relanzada, esta vez con Francisco Cabrera a la cabeza (implicado en el incendio de Iron Mountain), y el total del plantel conformado por funcionarios públicos.
En 2014 la Procelac denunció a Hernán Lombardi y a Facundo De Almeida por desvío de fondos públicos porteños hacia las arcas de la fundación. En 2015 imputaron a Lombardi y a Goretti por lavado de activos de al menos $ 1.302.153 destinados a la Fundación Pensar. Actualmente se encuentra imputado Hernán Lombardi por lavado de dinero a partir de la materialización de donaciones en favor de la Fundación «Pensar Argentina», En junio del 2016 se denuncia a Gladys González, diputada de Cambiemos, por pedir el 10% de los sueldos para la Fundación Pensar a cambio de ubicar a diferentes personas en empleos públicos.
En 2015 se formó la Mesa Agroindustrial dentro de dicha fundación. De esta Mesa salió el equipo de Buryaile (Negri, Hadrie, Roulet, Bircher— y el jefe de gabinete —Bernaudo) y también Sarquis y Srodek, del ministerio de agricultura de Vidal. También participaron José Anchorena y Luciano Miguens, y los legisladores Alfredo de Angeli, Miguel del Sel, Héctor Baldassi, Carlos Mac Allister, Cornelia Schmidt-Liermann, Gisela Scaglia, y además Pancho Cabrera, ministro de la Producción, y Esteban Bullrich, flamante senador, con experiencia en empresas frutícolas. Esta Mesa Agroindustrial presentó, allá por abril de 2014, las 13 propuestas agroindustriales que implementó el gobierno de Macri. Las 13 fueron presentadas a la «mesa de enlace» y contó con el visto bueno de las 4 patronales del agro (FAA, SRA, CRA y Coninagro). La reunión tuvo lugar en la Rural de Palermo, y le valió al Pro el apoyo de los terratenientes en el ballotage de 2015.
Aunque la Constitución Nacional, en su artículo 16, indica: “La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad. La igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas.”, es evidente que estas familias viven aún una vida similar a la de los nobles europeos (Y muchas aún tienen guardados los escudos de armas familiares).
Pongamos por ejemplo a la familia Martínez de Hoz (venidos de Castilla), que por sus servicios de despoblar la Patagonia y extender la frontera “blanca” recibieron de Roca dos millones quinientos mil hectáreas. No solamente continúan haciendo arreglos matrimoniales dentro de la nobleza (Leonor Martínez de Hoz se casó en 1899 con el barón Hjalmar Carlos Von Dem Busche Haddenhausen, Matilde Martínez de Hoz lo hizo luego con el príncipe Ulrich Kinsky, y Celina Raybaud Roca, la nieta del general genocida, se casó con el marqués del Baztán), sino que se comportan de acuerdo a la vida nobiliaria. Usurpadores de grandes porciones del territorio, arrebatado a sangre y fuego, estas familias de alcurnia siguen considerándose amos y señores, esclavizando y estafando. Solo de esa manera se entiende que dijeran «el campo esperaba que el Gobierno estuviera aquí…», de la misma manera en que el patrón de la estancia recrimina la ausencia de un subalterno.
Anchorena, Díaz Vélez, Bosch, Bunge, Blaquier, Larreta, Bullrich, Martinez de Hoz, Leloir, Zorreguieta, Braun, Iriarte, Iraola. Estos rancios apellidos están íntimamente relacionados con la historia del país, y son ellos quienes los responsables de la realidad que nos toca vivir, siendo dueños de un 30% del territorio nacional. Sumado a eso, la Patagonia está prácticamente vendida a terratenientes extranjeros. Para los pueblos originarios, los campesinos y la masa que sobrevive en las ciudades, no hay demasiadas expectativas: la torta ya fue repartida.
Fuentes:
http://sebastianpremici.com/category/causa-penal-etchevehere/
https://www.pagina12.com.ar/15585-existe-una-gran
http://www.telam.com.ar/notas/201508/116122-procelac-etchevehere-rural.html
http://www.eldiariodecarlospaz.com/sucesos/2015/3/10/sobreseyeron-macrista-goretti-piezas-museo-ambato-9962.html
https://www.laizquierdadiario.com/La-Sociedad-Rural-Argentina-del-Remington-a-los-Falcon-verdes-y-las-ganancias-millonarias
http://www.contrainfo.com/18726/el-rey-momo-del-trabajo-rural-esclavo/
https://www.youtube.com/watch?v=Tw0-FME8AoI
https://seniales.blogspot.com.ar/2017/09/los-trabajadores-de-el-diario-denuncian.html
http://www.diarioalfil.com.ar/2013/06/07/macri-lanzo-su-think-tank-en-cordoba-con-toda-su-tropa/
https://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-249378-2014-06-25.html
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