La intrigante historia de Daniela Carbone, azafata de Aerolíneas Argentinas detenida el pasado domingo, da vuelta al país. Una profesional con casi 25 años de servicio en una compañía estatal, repentinamente inmersa en una turbulencia de amenazas de bomba y pérdidas millonarias para sus empleadores.
El explosivo rompimiento de una relación
Lo que podría ser un intrincado trama de película, parece ser un caso de amor frustrado que derivó en consecuencias potencialmente catastróficas. Carbone está acusada de haber enviado un amenazante mensaje de voz distorsionado, advirtiendo la presencia de explosivos en un avión que partía a Miami.
El costoso audio de la discordia
Este sorprendente giro de los eventos provocó un operativo antibombas y la reprogramación del vuelo, costándole a Aerolíneas Argentinas un millón de dólares. Pero, ¿qué fue lo que impulsó a esta azafata a enviar tal audio a sus compañeros y al piloto del vuelo?
Un viejo amor y una amenaza
Se cree que Carbone habría enviado las amenazas desde el móvil de su hija, utilizando una aplicación especializada en distorsionar la voz, con el objetivo de alterar el vuelo de su ex pareja, un tripulante del avión en cuestión. La azafata enfrentará cargos por intimidación pública y entorpecimiento de los servicios públicos, además de coacción agravada.
La sanción de Aerolíneas Argentinas
Además de las implicaciones legales, Aerolíneas Argentinas planea imponer sanciones a Carbone, posiblemente poniendo fin a su carrera de cuarto de siglo con la compañía estatal. Un sorprendente giro para una profesional aparentemente estable, cuyas acciones han dejado a todos preguntándose qué podría haber llevado a tal desenlace.