Ubicado a 53 kilómetros de Córdoba Capital, en el resguardo de las 15 hectáreas de la estación astrofísica de Bosque Alegre, se halla “El Monstruo”. Este coloso de la astrofísica es el segundo telescopio más grande de Argentina y lleva más de ocho décadas asombrando a científicos y visitantes por igual.
El proyecto nació hace 111 años, de la visión de Charles Dillon Perrine, por aquel entonces director del Observatorio Astronómico de Córdoba. Perrine propuso la construcción de un telescopio con un espejo de casi dos metros de diámetro, una ambición inmensa para la época. Finalmente, el telescopio se inauguró el 5 de julio de 1942, con Enrique Gaviola, reconocido sabio argentino, a la cabeza.
La estación Física de Bosque Alegre ha sido y sigue siendo un motor importante para la astronomía en Argentina y América Latina. Hoy, este espacio es un centro de investigación científica, docencia y actividades comunitarias.
“El Monstruo” no sólo fascina a los científicos, sino que también cautiva a la comunidad. Está abierto al público todos los días, ofreciendo visitas guiadas que explican su funcionamiento e historia, culminando con un recorrido por la cúpula que alberga al gigante.