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Written by Lea Ross on 22 octubre, 2014

El asador de Monsanto se mandó otra tira

El decano de Agronomía, Marcelo Conrero, selló hace un mes otro polémico acuerdo. Esta vez, con una empresa denunciada por evasión fiscal y trata de personas en Córdoba.

Conrero

Por Lea Ross | @LeandroRoss

Marcelo Conrero, quien lleva tres meses de gestión como decano de la Facultad de Agronomía de la UNC, sigue dando que hablar. Por el momento, el convenio firmado con la cuestionada multinacional Monsanto permanece sin efecto, luego de las movilizaciones realizadas en el Consejo Superior, durante las últimas semanas. Sin embargo se siguen denunciando que el asado parece continuar y hay nuevos invitados.

Se trata de otro convenio, firmado con la empresa Pioneer Argentina SA, denunciada por evasión fiscal y trata de personas. El convenio, número 785, tiene como fecha el 11 de septiembre del presente año. En aquel entonces, Conrero ya estaba siendo cuestionado por su polémico acuerdo con Monsanto.

Pioneer es una empresa que forma parte de la multinacional Dupont, una de las corporaciones lider en el negocio de los transgénicos. A pesar de que Monsanto se la califique de ser el creador del famoso agente naranja –el arma química estadounidense utilizada en la Guerra contra Vietnam-, la periodista Marie Monique Robin señala en su versión libro El mundo según Monsanto, que tanto esta empresa como Dupont competían entre sí para lograr una mayor efectividad para este mortífero defoliante.

Pioneer-Dupont lleva trabajando en Argentina desde el año 1986 para la comercialización de hídridos de maíz, girasol y sorgo. Luego se dedicaría al negocio de la soja.

Pero su verdadera fama nacional arrancó en el año 2011, luego de unos allanamientos realizados por la AFIP en uno de sus campos, ubicados en el Paraje Monte de Rosario, en el departamento cordobés de Río Primero. Mediante un comunicado de prensa, fechado en el último día de enero de aquel año, la Administración Federal de Ingresos Públicos señaló una serie de allanamientos en tres campamentos donde se cosechaba maíz. Allí, se registraron condiciones inhumanas en los trabajadores, que conformaban 140 en total. Los campos estaban a nombre de Pioneer. Una cuenta de YouTube subió un registro del momento en que AFIP realizaba el relevamiento en el lugar. Allí se observó, tal como señala el comunicado, que los empleados vivían en chozas de metal y sin electricidad.

Las imágenes fueron tomadas por distintos canales y programas de televisión.

A su vez, el titular del organismo, Ricardo Etchegaray, señalaba que Pioneer-Dupont utilizaban este modo de esclavitud para lograr cualquier tipo de evasiones impositivas. A partir de entonces, AFIP le había quitado la aduana domiciliaria a la multinacional: “Estamos hablando (de parte de las empresas) de un valor de operaciones de más de 300 millones de dólares en materia de comercio exterior, operaciones por más de 2.800 registros de exportación e importación, que ha perdido toda facilidad esta firma tanto Dupont como Pioneer”, señalaba Etchegaray en aquel entonces a Canal 7.

Ocho meses después, el Estado Nacional le cambió la sonrisa a Dupont y en octubre de 2011 se le aprobó su soja Pioneer 93M70, una variedad genéticamente modificada. Mientras tanto, las denuncias por “trata de personas”, término que utilizaba el propio Etchegaray, permanecen cajoneadas. No tanto como su nuevo convenio con la Facultad de Agronomía, bajo la firma de Marcelo Conrero.

Las brasas todavía están lejos para ser cenizas.

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