
Piedra Blanca: más violencia como respuesta
Piedra Blanca ha entrado nuevamente en escena. Las tierras tomadas por una decena de familias, en reclamo de mejores condiciones de vida, han padecido un nuevo embate. Esta vez, la misteriosa quema de una de las viviendas.
Se trata de la casa donde se alojaban Raúl y Marina, junto a sus hijas. Es una de las tantas familias que mantienen la resistencia. Mientras trabajaban en los cortaderos de ladrillos, a altas horas de la madrugada, su casa fue incendiada en circunstancias aún desconocidas. “Me quemaron todo, la casa, las cosas, la olla, todo” declaró Marina telefónicamente a ECOS Córdoba. “Solo quedaron las cenizas”, concluye su declaración con una risa nerviosa.
Debido a este hecho, la familia realizó una denuncia penal en la Unidad Judicial de la Comisaría 4 en la ciudad de Córdoba. “Yo no tengo problemas con los vecinos”, aclara Marina y asegura que todo esto es una maniobra “para desalentarnos”. “Acá nos conocemos todos, pueden volver caminando de noche las niñas, por más chicas que sean, uno está tranquilo”, había declarado Raúl, su esposo, en una nota anterior para ECOS.
Piedra Blanca es una de las zonas de Córdoba, en donde un grupo de familias se instalaron para reclamar una vida digna. Son 40 personas en total, muchas de ellas de nacionalidad boliviana. Allí se sostienen con su trabajo en los cortaderos de ladrillos y con la crianza y venta de pollos. Hace un tiempo, en un esfuerzo comunitario, construyeron una cisterna de placas para la provisión de agua de la comunidad.
Marina y Raúl son dos de las personas imputadas por la fiscal María Romero Díaz, acusadas de usurpación. Las tierras son reclamadas por Daniel Galetto, un productor agrícola que detenta la posesión sin ocupación efectiva. A 80 metros del lugar, ECOS Córdoba reveló la existencia de tierras loteadas para la futura construcción de un barrio cerrado.
El año pasado, Marina le comentó a ECOS sobre el encuentro que tuvo, junto con otras mujeres de la toma, con la fiscalía en los momentos que se estudiaba el caso. “Si no lo haces por nosotros, hacelo por nuestros hijos que son argentinos”, le habría comentado la desamparada a la fiscal. A lo que Romero Díaz le replicó: “No me interesa, ustedes ya pasaron el tiempo de frío, quédense el tiempo que quieran, ya que ustedes están en la playa. (…) Yo no puedo hacer nada, lo único que sé es que ustedes deben salir”. Tiempo después, Romero Díaz dictaría la orden de desalojo el 21 de noviembre del año pasado en un tramo de tres días. Sin embargo, pasaron los tres días y el desalojo no se concretó. Pero las amenazas continúan.
En agosto del año pasado, la policía cordobesa tiró abajo tres casas asentadas. La orden fue impartida por el comisario Oscar González. “La situación en Piedra Blanca se asemeja a una vida en el destierro”, señala en un comunicado el Encuentro de Organizaciones, la organización que más está apoyando a las familias. “Sin servicios básicos como agua y luz, sin transporte y sobre todo expuestos a la permanente generación de espacios de violencia por parte de la policía provincial que deja librado a ‘desconocidos’ el dominio y depredación del terreno. La administración de una deliberada política del miedo es lo que opera como principal mecanismo de control de la población, ya que con estas acciones pretenden intimidar, desorganizar y desactivar un reclamo digno y justo como ‘tierra y casa para vivir’”.
Entrevista a Raúl durante el Festival Solidario contra el desalojo realizado en el mes de noviembre de 2013:
La familia pide ayuda para recuperar lo perdido, como ropa, comidas, colchones, etc. Para colaborar, se puede establecer contacto con Marina al teléfono 351-3901009 o con Dolores al 351-6834968.
En respuesta a estos y otros hechos de violencia, el Encuentro de Organizaciones convoca mañana a una movilización a las 10 hs en Casa de Gobierno. VER COMUNICADO
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