
Reclamaron por sus «compañeros de vida y de trabajo»
Cansados de la discriminación que sufren, integrantes de la Cooperativa de Carreros La Esperanza salieron hoy por mañana con sus caballos – a quienes llaman compañeros de vida y de trabajo – y sus carros a tomar las calles de Córdoba.
Los reclamos son varios: los caballos “robados” por la policía y el poder judicial de la provincia, el financiamiento para la campaña de sanidad equina que llevan adelante y la renovación del convenio firmado con la municipalidad con un aumento mínimo del 35 % en las becas otorgadas a los trabajadores.
Pero además denuncian la criminalización que sufren en las detenciones por “merodeo” previstas por el Código de Faltas, en la judicialización de aquellos que toman tierras para poder vivir y en la resistencia a los intentos de desalojo y relocalización, situaciones que se dan en un marco de criminalización de la pobreza: “Queremos un presente y un futuro para nosotros y nuestros hijos e hijas, queremos que de una buena vez deje de haber ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, los que no sólo no tenemos acceso a nada, que nos niegan todo, sino que además el Estado sale a criminalizarnos por trabajar, por caminar, por querer tener un lugar donde vivir, es decir, simplemente por existir” dice unos de los párrafos del comunicado emitido hoy por la cooperativa.
Desde temprano concentraron en el cruce de Velez Sarsfield y Bv. San Juan, el punto en el que todos los ciudadanos cordobeses se reúnen. Pero usaron lo que ningún ciudadano usa para refrescarse: la fuente de agua de colores danzantes inaugurada por la gestión de Daniel Giacomino. Cerca de un centenar de carros, que en muchos casos transportaban a las familias que sostienen día a día, marcharon por la ciudad hasta llegar al Palacio 6 de Julio donde pidieron ser atendidos por las autoridades municipales.
En la reunión que mantuvo con los delegados de La Esperanza, la municipalidad se comprometió por escrito a renovar el convenio accediendo al aumento del 35 % que piden los carreros y a investigar el caso del Movimiento de Carreros Unidos, agrupación de la que provienen muchos integrantes de la cooperativa y que, según denuncian, recibe dinero del Estado y no cumple con la tarea ni da trabajo a los recolectores de material para reciclado.
También, aunque no por escrito y como ya hicieron anteriormente, se comprometieron a no avanzar con los secuestros de caballos impulsados por la Fundación Sin Estribos que preside la Dra. Andrea Heredia de Olazaball y que en este momento lleva adelante una recolección de firmas para lograr una normativa que prohíba el uso de equinos por parte de los carreros, ofreciendo “una moto o una bicicleta” a cambio de los animales con los que los trabajadores sostienen a sus familias. Don Ramallo, uno de los que se manifestaba, señalando su caballo preguntaba: “¿se ve maltratado? ¿está flaco?”. Y con cierto grado de humor intentaba demostrar el buen trato que le da a su compañero: “mi caballo duerme conmigo”.
La Cooperativa de Carreros la Esperanza nuclea a mas de 400 carreros y desde hace más dos años gestiona 20 centros de descarga en la ciudad de Córdoba.
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